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Para qué sirve el café con sal: un viaje por sus propiedades y beneficios

Como periodista y escritor, siempre he tenido curiosidad por las costumbres y tradiciones en cuanto a sabores y gastronomía. Hoy me adentro en un tema que ha llamado mi atención, y puede que también la tuya. ¿Alguna vez has oído hablar sobre el café con sal? Sí, así como lo lees. Acompáñame en este viaje para descubrir las razones detrás de esta curiosa práctica y para qué sirve esta peculiar combinación.

Una antigua y arraigada práctica: ¿de dónde surge esta idea?

Si bien generalmente asociamos el café con la leche o el azúcar, añadir sal al café ha sido una práctica arraigada en países como Hungría, Suecia, Noruega, Turquía y regiones como Siberia. A esto, podemos añadir que en 2009, el cocinero Alton Brown recomendó añadir un poco de sal al café para neutralizar el amargor. Además, en zonas de costa, el café se preparaba con sal debido a que el agua era salobre.

De la tradición a la ciencia: por qué la sal neutraliza el amargor

Según la investigación, la sal es mejor para neutralizar el amargor que el azúcar. Resulta que dos compuestos generan la mayor parte del amargor del café: las lactonas del ácido clorogénico y los fenilindanos. Estos compuestos se liberan durante el tueste del café y provocan esa percepción amarga en nuestro paladar. La sal, específicamente los iones de sodio, activan los receptores de sal en nuestra lengua e inhiben nuestra percepción del amargor, logrando equilibrar los sabores más eficazmente que el azúcar.

¿Cuáles son los beneficios del café con sal?

Aquí desglosaremos los principales beneficios que nos ofrece esta combinación:

  • Mejora el sabor del café: la sal disminuye la amargura del café y acentúa su sabor, permitiéndonos experimentar una taza más equilibrada y placentera.
  • Una opción saludable: añadir sal al café en lugar de azúcar puede ayudar a reducir el consumo de endulzantes, siendo una alternativa efectiva para aquellas personas que quieren cuidar su salud.
  • Contiene antioxidantes y ayuda a quemar grasas: el café es conocido por sus propiedades antioxidantes y su capacidad para favorecer la quema de grasas en nuestro cuerpo.
  • Aumenta el estado de alerta: el café con sal, al igual que el café regular, nos ayuda a estar más alertas y concentrados durante nuestras actividades diarias.
  • Potencial protector cerebral: beber café con sal puede reducir las posibilidades de sufrir enfermedades cerebrales como el Parkinson o Alzheimer.
  • Recuperación de energía en deportistas: la bebida de café con sal contiene altas dosis de potasio y magnesio, lo que ayuda a recuperar energía perdida durante el entrenamiento y evitar calambres y espasmos musculares en deportistas y personas que realizan actividades físicas intensas.
  • Los sabores acentúan nuestras experiencias: como parte de nuestras vivencias y experiencias culinarias, explorar nuevas mezclas y sabores nos permite enriquecer nuestra cultura y nuestros recuerdos.

Sin embargo, es importante recordar que, como con cualquier otra cosa en la vida, la moderación es clave. La sal puede causar problemas de salud si se consume en exceso. Por ello, al agregar sal al café, es recomendable hacerlo en pequeñas cantidades y ajustar al gusto de cada persona.

La sal, un elemento multifacético

Además de su rol en la cocina y sus más de 14.000 usos, la sal se ha utilizado durante siglos en distintas culturas. Muchas veces, su incorporación en las prácticas culinarias va más allá de la simple funcionalidad, integrándose en la esencia misma de las tradiciones, como sucede en Turquía, Taiwán y el norte de Escandinavia.

Acercándonos al cierre de este viaje, podemos afirmar que la sal no solo es práctica en la cocina, sino también enriquece nuestra experiencia vital. Ya sea con un brindis de aperitivo salado junto al mar, en la celebración de un ritual ancestral de una taza de café con sal en lo profundo de Asia, o en el caluroso abrazo de un abuelo que te ofrece un sorbo de su taza de Oro Negro en Turquía… la sal siempre encuentra sorprendentes maneras de transformar nuestra vida.

Así que la próxima vez que disfrutes de una taza de café, ¿podrías considerar ponerle un toque de sal a tu vida?