El 13 de julio de 1954, México se despertó con la noticia de la muerte de la icónica pintora Frida Kahlo. Desde entonces, el misterio y las controversias que rodearon sus últimos días nunca han dejado de captar la atención, tanto de su legión de admiradores como de los interesados en la historia del arte y la cultura mexicana.
Frida y su doloroso camino hacia la pintura
Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, mejor conocida como Frida Kahlo, nació el 6 de julio de 1907 en la Ciudad de México. Desde su nacimiento, esta mujer enfrentó numerosos obstáculos: padeció de síndrome de espina bífida y a los 6 años, sufrió poliomielitis, lo cual le dejó secuelas físicas. Sin embargo, su vida dio un giro drástico a los 18 años cuando, tras un accidente de autobús, quedó parcialmente inmóvil por tres meses, tiempo en el que decidió comenzar a pintar.
El accidente dejó a Frida con la columna vertebral y otras partes del cuerpo lesionadas, lo que la llevaría a someterse a más de 30 operaciones.
El último cumpleaños de Frida
La última semana antes de su muerte, Frida celebró su último cumpleaños, el 6 de julio de 1954. Fue una ocasión sumamente emotiva, ya que muchos de sus amigos y compañeros se dieron cita para iniciar las conmemoraciones anticipando el inminente final de la vida de la artista.
En sus últimas intervenciones en su diario, la pintora anticipaba su muerte y plasmaba sus pensamientos y sentimientos en torno a ella, dando un vistazo a su intimidad y sus constantes luchas internas.
El enigma del último momento
La enfermera práctica, a quien Frida llamaba “mamá”, encontró a la pintora sin vida en su cama la madrugada del 13 de julio. De acuerdo con el acta de defunción, la causa de su muerte fue una “embolia pulmonar“. No obstante, siempre han existido rumores sobre una posible sobredosis involuntaria de drogas como demerol, a la cual Frida era adicta, e incluso la posibilidad de un suicidio.
El velorio y la conmoción en el Palacio de Bellas Artes
La ceremonia fúnebre de Frida Kahlo se llevó a cabo en el Palacio de Bellas Artes gracias a un amigo de la pintora. El ataúd fue decorado con flores y listones, y figuras destacadas del arte, la política y la cultura estuvieron presentes para rendir homenaje a esta gran mujer, entre ellas, Diego Rivera, Andrés Iduarte, Juan O’Gorman y Carlos Pellicer.
Diego Rivera desconfiaba del certificado de defunción y sospechaba que el informe no revelaba la verdadera razón de la muerte de Frida. Durante un momento en la velación, un alumno de la pintora colocó una bandera con símbolos comunistas sobre el ataúd.
La polémica del féretro comunista
Esta acción generó polémica, ya que la única condición para conceder el permiso de la ceremonia en el Palacio de Bellas Artes era que no tuviera tintes políticos. Se debía también a los delicados tiempos que se vivían en México, donde las simpatías políticas podían alterar el equilibrio en la vida pública y privada.
El funeral y el último adiós
El día del funeral, el cuerpo de Frida fue cargado por Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Andrés Iriarte y otras personas. Fue llevado hacia el crematorio del Panteón Civil de Dolores por la Avenida Juárez. Al camino, los asistentes arrancaron los anillos de la pintora para tener algo con lo que recordarla.
Una vida de lucha y legado
Frida Kahlo fue militante del Partido Comunista y activista de izquierda. Además, fue admirada por grandes figuras del arte como André Bretón, Vasili Kandiski, Michel Duchamp, Tina Modotti y Pablo Picasso.
Después de su muerte, su obra fue declarada Monumento Artístico de la Nación en 1984 y sus cenizas reposan en la Casa Azul de Coyoacán, lugar de nacimiento y residencia en diferentes etapas de su vida.
La muerte de Frida Kahlo dejó un enigma en torno a sus últimos momentos, así como un legado inmortal en el arte y la cultura mexicana. Esta artista revolucionaria logró trascender el tiempo y el espacio a través de sus vivencias plasmadas en sus obras.
