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Cómo identificar y prevenir el acoso cibernético: claves para una convivencia digital sana

En nuestra era digital, el acoso cibernético se ha convertido en un preocupante fenómeno que afecta de manera profunda a quienes lo experimentan. A continuación, exploraremos cómo podemos identificar y prevenir este tipo de violencia en línea y así lograr establecer una convivencia digital saludable.

El acoso cibernético y sus múltiples formas

El acoso cibernético es un acto agresivo e intencionado llevado a cabo de forma repetida y constante a través del uso de medios de contacto electrónicos. Los especialistas han identificado al menos 8 tipos de acoso cibernético, incluyendo insultos, hostigamiento, denigración, suplantación, sonsacamiento, exclusión, ciberpersecución, y happy slapping. Estos actos generan temor, desconcierto e inseguridad en las víctimas.

Una diferencia crucial entre el acoso cara a cara y el cibernético es que las víctimas pueden sentirse aún más vulnerables en el segundo, ya que en muchas ocasiones, el espacio online es su lugar de encuentro y esparcimiento. Por eso es vital aprender a identificar y detener esta clase de violencia.

Desenmascarando el acoso cibernético

El acoso cibernético puede manifestarse de diferentes maneras, tales como:

  • Difundir mentiras
  • Publicar fotos o videos vergonzosos
  • Enviar mensajes hirientes, abusivos o amenazantes, e incluso
  • Hacerse pasar por otra persona para enviar mensajes agresivos en su nombre o a través de perfiles falsos.

Es fundamental que todos estemos alertas ante estas prácticas para poder reconocerlas y actuar en consecuencia.

A veces, es difícil distinguir una simple broma del acoso. Si nos sentimos heridos o percibimos que alguien se está riendo de nosotros y no con nosotros, entonces la broma ha ido demasiado lejos y podría tratarse de acoso.

Los peligros del ciberacoso durante la pandemia

Debido al confinamiento por la pandemia de COVID-19, el uso de plataformas digitales por parte de niños y adolescentes ha aumentado considerablemente, lo que ha llevado a un incremento en el bullying cibernético.

Los efectos del acoso cibernético pueden ser devastadores para la salud mental y emocional de las víctimas. Quienes atraviesan por situaciones de acoso pueden sentirse avergonzados, nerviosos, ansiosos, con pensamientos negativos y, en ciertos casos extremos, considerar el suicidio como una posible salida.

Medidas preventivas para evitar el ciberacoso

Una serie de medidas pueden ayudarnos a reducir y prevenir el ciberacoso, y es importante que todos estemos informados sobre ellas. Estas acciones incluyen:

  • Pedirle al agresor que pare: A veces, expresar nuestra incomodidad puede ser un buen punto de partida para frenar el acoso.
  • Buscar ayuda: No hay que enfrentar esta situación en soledad. Hablar con un adulto en el que confiemos o buscar apoyo profesional es crucial.
  • Guardar las evidencias: Conservar los registros de los mensajes y acciones recibidas es una manera de contar con pruebas para detener el abuso.
  • No responder a las agresiones: Ignorar y no responder puede desincentivar al acosador a seguir con sus acciones.
  • Bloquear a la persona responsable y denunciar: Esta medida no solo protege a la víctima, sino que también alerta a las autoridades.
  • Reflexionar antes de actuar: Recordemos que nuestras acciones en línea tienen consecuencias y evitemos crear situaciones de conflicto.

Además, es fundamental enseñar y promover entre todos el respeto y la empatía en nuestro convivir digital. Ser conscientes de que nuestras palabras y acciones afectan a otras personas es un paso esencial para frenar el acoso en línea.

En conclusión

El acoso cibernético es un problema que nos afecta a todos, y es nuestra responsabilidad trabajar juntos para construir un entorno digital más seguro y respetuoso. Identificar y prevenir el ciberacoso es el primer paso para garantizar que la convivencia en línea sea una experiencia enriquecedora y positiva para todos.