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¿Qué es la sosa cáustica?

La sosa cáustica es un producto químico altamente corrosivo y alcalino utilizado en diversas industrias por su capacidad de disolver la mayoría de los materiales, incluyendo grasas y aceites.

Químicamente hablando, la sosa cáustica es conocida como hidróxido de sodio y su fórmula química es NaOH. Se encuentra disponible en diferentes formas, como sólida, líquida, en perlas y en escamas. En su forma sólida, se presenta como un polvo cristalino blanco, mientras que en su forma líquida es un líquido aceitoso e incoloro.

Entre las aplicaciones más comunes de la sosa cáustica se encuentra el tratamiento de aguas residuales, el blanqueamiento de celulosa para papel, el control del pH en piscinas y albercas, la fabricación de jabones y detergentes y la extracción de alúmina de la bauxita para la producción de aluminio. También se utiliza en la industria alimentaria para la limpieza y desinfección de superficies y equipos.

Es importante tener en cuenta que, debido a su alta alcalinidad y corrosividad, es necesario tomar precauciones al manipular la sosa cáustica para evitar accidentes. Se recomienda usar guantes, overol industrial, gafas de seguridad y mascarilla al momento de manejarla y almacenarla en un lugar seco y frío, lejos de otros productos con los que pueda reaccionar desfavorablemente.

¿Cómo se produce la sosa cáustica?

La sosa cáustica se produce de dos formas diferentes. Antiguamente se extraía de plantas mediante la calcinación. En cada región se utilizaban diferentes tipos de plantas, como la madera de haya en Francia y plantas tipo matorral ricas en sales de sodio en la península. En la península, se utilizaba principalmente la especie de planta Salsola Sativa para obtener una sosa de gran calidad. Las plantas se recogían en julio y agosto, cuando estaban en floración, y luego se secaban y se quemaban en hornos controlados durante uno o dos días para obtener la piedra de barrilla, que se fragmentaba en piezas más pequeñas para su transporte. Se necesitaban aproximadamente 1900 kg de planta para obtener una piedra de 450 kg de sosa.

El proceso de producción de sosa cáustica a partir de sal común fue desarrollado a partir de 1789 por el científico francés Nicholas Leblanc. Este método revolucionario consistía en hacer reaccionar la sal común con ácido sulfúrico para producir sulfato sódico y ácido clorhídrico. Luego, se machacaba el sulfato sódico con caliza y carbón vegetal, y se calentaba en un horno para obtener una mezcla de cenizas con una cantidad variable de sosa. Finalmente, se separaba la sosa y se cristalizaba.

Este método permitía obtener sosa a partir de sal marina y ácido sulfúrico como materias primas. A pesar de las ventajas del método Leblanc, había algunos peligros asociados con la producción de sosa cáustica. Uno de los problemas era que la fabricación del ácido sulfúrico requerido para producir el sulfato sódico liberaba gases tóxicos que podían ser peligrosos para los trabajadores. Además, el proceso de cristalización requería un manejo cuidadoso de la sosa cáustica, que puede causar quemaduras graves en la piel y los ojos.

  • La producción de sosa cáustica puede realizarse de dos formas: a partir de plantas o mediante la reacción de sal común con ácido sulfúrico.
  • Para la producción de sosa cáustica a partir de plantas, se utilizan diferentes tipos de plantas en cada región. El proceso implica la calcinación de las plantas y la recolección de la sosa.
  • El método Leblanc para la producción de sosa cáustica a partir de sal común es mucho más eficiente y menos costoso que el método anterior. Sin embargo, tiene algunos peligros asociados con los gases tóxicos y la manipulación cuidadosa de la sosa cáustica.

Riesgos de la sosa cáustica

La sosa cáustica es una sustancia altamente corrosiva que puede causar graves daños a la salud humana y al medio ambiente. Su contacto directo con la piel, los ojos, la boca o la garganta puede provocar quemaduras graves, enrojecimiento, dolor y ampollas. Además, su inhalación puede provocar tos, dolor de garganta, sensación de quemazón y jadeo.

En caso de ingestión, la sosa cáustica puede causar dolor abdominal, quemaduras en la boca y garganta, sensación de quemazón en la garganta y el pecho, náuseas, vómitos, shock o colapso. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda enjuagar la boca y buscar asistencia médica inmediatamente en caso de ingestión de esta sustancia peligrosa.

En contacto con sustancias incompatibles, la sosa cáustica puede provocar:

  • Incendios
  • Explosiones

Además, puede generar suficiente calor en contacto con la humedad o el agua para provocar la ignición de materiales combustibles.

Por ello, en caso de fugas, es fundamental evitar que la sustancia se incorpore al ambiente y seguir el protocolo de almacenamiento y eliminación de residuos conforme a la normativa local para minimizar los riesgos para la salud y el medio ambiente.

Manipulación segura de la sosa cáustica

La sosa cáustica es una sustancia altamente corrosiva que se utiliza en numerosos procesos de fabricación, como la elaboración de jabones, detergentes y productos de limpieza, así como para mantener el pH adecuado en las piscinas. Debido a los riesgos que su manipulación implica, es necesario tomar medidas de precaución que garanticen la seguridad de quienes la utilizan.

Entre las medidas de seguridad necesarias para manipular la sosa cáustica, se encuentran:

  • El uso de guantes de goma
  • Mascarilla para proteger la vía respiratoria y las fosas nasales
  • Gafas protectoras para evitar salpicaduras en los ojos
  • Otros elementos de protección, como delantales y botas
  • Realizar la dilución de la sosa cáustica con agua tibia en un recipiente de plástico o vidrio.
  • Asegurarse de trabajar en una zona bien ventilada.

Es crucial recordar que la sosa cáustica es sumamente peligrosa para los niños y las mascotas, por lo que debe mantenerse fuera de su alcance en todo momento. En caso de accidente, como una exposición a la sustancia o una ingesta involuntaria, es fundamental buscar ayuda médica sin demora.

Por último, es crucial tener en cuenta que aunque la sosa cáustica es utilizada en algunos procesos domésticos, como la elaboración de jabón casero, existen alternativas más seguras disponibles en el mercado para el destapado de cañerías. Siempre es mejor optar por productos que no impliquen riesgos para la salud ni para el medio ambiente.

Alternativas a la sosa cáustica para hacer jabón

La sosa cáustica es una sustancia corrosiva que se utiliza en la fabricación de jabón para convertir los aceites y grasas en jabón. Si bien es una sustancia efectiva, puede ser peligrosa para la piel y el medio ambiente si no se maneja con cuidado. Es por eso que muchas personas buscan alternativas más seguras para hacer jabón en casa.

  • Jabón tradicional: El jabón tradicional es una opción segura para hacer jabón ya que no contiene aditivos dañinos para la piel y el medio ambiente. Sin embargo, la receta incluye sosa cáustica, por lo que se deben tomar precauciones especiales al trabajar con esta sustancia, como situarse al aire libre, usar ropa protectora de manga larga y gafas de seguridad.
  • Jabón natural casero: Una alternativa popular es hacer jabón natural casero utilizando copos de jabón crudo que se pueden encontrar en supermercados ecológicos, tiendas a granel u online. También se pueden hacer escamas de jabón de glicerina sin perfume con un rallador de cocina. La receta incluye derretir las escamas de jabón al baño maría, agregar aceite esencial de preferencia y verter el jabón en un molde para que endurezca. Esta opción es fácil de hacer y no requiere sosa cáustica.
  • Jabón líquido o gel de ducha a partir de escamas de jabón: Es posible hacer jabón líquido o gel de ducha utilizando escamas de jabón ralladas. La receta incluye calentar agua tibia o infusión, agregar las escamas de jabón y aceite esencial, y dejar que el jabón se enfríe. Esta opción es adecuada para las personas que prefieren los jabones líquidos y no quieren trabajar con sosa cáustica.
  • Jabón de glicerina: El jabón sólido de glicerina es una excelente opción para hacer jabón sin sosa cáustica. Se puede utilizar jabón de glicerina de origen vegetal, que es fácil de encontrar. La receta incluye calentar el jabón de glicerina en un baño de agua hasta que se derrita, agregar aceite esencial y colorante natural, y verter la masa en moldes para que se enfríe y desmolde.

Estas alternativas permiten hacer jabones naturales sin la necesidad de utilizar sosa cáustica, evitando así los posibles daños a la piel y al medio ambiente. Cada alternativa tiene sus ventajas y desventajas, por lo que es clave encontrar la opción que mejor se adapte a tus necesidades y preferencias.

Industrias que utilizan sosa cáustica en México

La sosa cáustica o hidróxido de sodio (NaOH) es un compuesto químico que tiene diversas aplicaciones en la industria. En México, las principales industrias que utilizan sosa cáustica son la industria de la alumina, de jabones y detergentes, y la industria química en general. Entre las aplicaciones de la sosa cáustica se encuentran la producción de aceites, detergentes, azúcar refinada, gelatinas y productos de limpieza.

Según datos de la Asociación Nacional de la Industria Química (AMIQ), Mexichem, Cydsa y ROTH son las empresas que dominan el mercado mexicano de la sosa cáustica. Mexichem abarcó el 35% del mercado, seguida por Cydsa con el 27% y ROTH con el 3%. El restante 35% correspondió a importaciones.

En cuanto a la producción de sosa cáustica, Mexichem es uno de los mayores productores en América Latina. La empresa extrae la sal, material base para la producción de sosa cáustica, mediante la inyección de agua al domo salino. Luego, la salmuera se separa en cloro y sosa cáustica mediante la aplicación de corriente eléctrica. Mexichem utiliza su producción de cloro combinado con etileno para obtener el monómero de cloruro de vinilo (VCM).

El Grupo de negocio Vinyl de Mexichem tiene 21 sitios con 35 plantas operando en diversos países, enfocados en la producción de resinas de PVC y de especialidad, compuestos, VCM y diversos derivados como cloro y sosa cáustica. Dieciséis de los 35 sitios cumplen con los estándares de calidad ISO-9001, once de ellas están certificadas bajo estándares de administración ambiental ISO-14001, y tres cuentan con la acreditación de seguridad OSHAS 18001.

Las principales aplicaciones de la sosa cáustica son:

    • Producción de aceites, jabones y detergentes
    • Regeneración de resinas de intercambio iónico para tratamiento de agua
    • Lavado de botellas de vidrio
    • Blanqueo de celulosa en la industria de pulpa y papel
    • Producción de azúcar refinada
    • Teñido de telas de algodón
    • Producción de agroquímicos
    • Fabricación de grenetinas y gelatinas
    • Productos de limpieza en general