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¿Cómo hacer que mi bebé duerma toda la noche? Consejos prácticos y trucos infalibles

Como padres, una de nuestras mayores preocupaciones es lograr que nuestro bebé duerma toda la noche. La falta de sueño puede afectar tanto al crecimiento físico como al desarrollo neurológico y emocional, sin mencionar que también repercutirá en nuestra propia salud mental y bienestar. Los recién nacidos pueden despertarse con frecuencia, regulados por su alimentación cada tres horas aproximadamente, lo cual puede ser agotador. Este artículo ofrecerá valiosas estrategias para ayudar a los padres en esta tarea hercúlea.

Establecer una rutina divertida y organizada antes de dormir

Es crucial para el sueño del bebé establecer una rutina antes de ir a la cama. Esto le permite asociar ciertas acciones o actividades previas a dormir, lo que facilitará el proceso. Puede ser algo tan simple como un baño caliente seguido de ponerle pijamas y leer un cuento, o incluso cantar una canción de cuna mientras le das de comer.

El momento perfecto para ir a la cama: 8 de la tarde

A muchos nos gusta quedarnos despiertos hasta tarde, pero los bebés parecen tener una opinión diferente. Dormirán por más tiempo si se van a la cama alrededor de las 8 de la tarde. Ésta parece ser la hora mágica en la que su cuerpo está más preparado para un descanso largo y reparador.

Conocer el tiempo de vigilia del recién nacido

Los recién nacidos pueden permanecer despiertos tranquilamente por períodos de 20-30 minutos, durante los cuales es crucial ofrecerles atención y cariño para garantizar el desarrollo de un vínculo afectivo sólido. Estar atentos a estos momentos nos permitirá conocer el ritmo natural de sueño de nuestro hijo.

La importancia de un entorno adecuado para dormir

Es importante que la cuna esté libre de objetos y el bebé esté tapado hasta las axilas, dejando los brazos por fuera. Además, se recomienda que el bebé duerma en la misma habitación que los padres pero en una cuna o un moisés diseñado para el sueño infantil, al menos durante los primeros seis meses. Esto reduce el riesgo de síndrome de muerte súbita infantil.

Envolverlos en la mágica tela del confort

Los bebés estarán más cómodos y tranquilos si se sienten envueltos, como en el vientre. Envolverlos en una manta o pañal les ofrece una sensación reconfortante, reduciendo la ansiedad y facilitando el sueño.

Crear un ambiente propicio para el sueño

Los bebés necesitan un periodo de transición entre la actividad y el momento de dormir. Al llevar al pequeño a su cama, apaga los televisores, baja el volumen de la música y de tu teléfono móvil. Este ajuste en el ambiente les mostrará que es momento de descansar y no de jugar.

Cuidado nocturno: Tranquilizar sin sobreestimular

Si el bebé se despierta durante la noche, hay que evitar la tentación de cambiar pañales o realizar otras actividades que puedan despertarlo aún más. En lugar de eso, cántale una canción suave o acarícialo hasta que vuelva a dormir.

Ofrecer alimento antes de llevarlos a la cama

Asegúrate de ofrecerles alimento antes de acostarlos para evitar que la causa de sus interrupciones del sueño sea la necesidad de comer. De esta manera, podrán dormir plácidamente sin interrupciones.

Respetar las preferencias naturales del bebé

Es fundamental respetar las inclinaciones naturales del bebé en cuanto a horarios de sueño. A partir de los 3 o 4 meses, algunos bebés pueden dormir al menos cinco horas seguidas, y durante el primer año de vida, se espera que puedan dormir durante aproximadamente 10 horas por noche.

El poder del chupete para dormir

Los chupetes son útiles para ayudar al bebé a dormirse. Al ofrecerles un chupete antes de acostarlos, les proporcionamos algo que les brinda una sensación de calma y seguridad.

Perseverar en la misión de dormir toda la noche

No te rindas si tu bebé tarda en adaptarse a dormir toda la noche. Hacer que el bebé duerma de corrido no es una medida de las habilidades de crianza de los padres y, a medida que pase el tiempo, su sueño se regularizará.

En resumen

Lograr que nuestro bebé duerma toda la noche no es tarea imposible. Con paciencia, amor y siguiendo estas estrategias, poco a poco conseguiremos que nuestros pequeños ángeles disfruten de un sueño reparador y, por ende, nosotros también.