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Qué es el saber ser: los tres saberes y competencias en la formación profesional

¿Qué es el saber ser? En la formación profesional, los tres saberes –saber, saber ser y saber hacer– son fundamentales para desarrollar las competencias necesarias en el desempeño de actividades productivas. Estos saberes incluyen no solo adquirir conocimientos teóricos y prácticos (saber), sino también habilidades y destrezas (saber hacer) y capacidades emocionales (saber ser).

Competencias, enfoque de formación profesional y saber

Las competencias son la combinación de recursos personales y sistemas de comprensión y acción para comprender la complejidad de situaciones y diseñar los modos concretos de actuación. El enfoque de formación profesional propone que, para lograr esto, se planifique la enseñanza en base al desarrollo de competencias. Por otro lado, el saber es el conjunto de conocimientos teóricos y prácticos adquiridos antes y durante el desempeño de actividades productivas.

Saber hacer y saber ser

Como parte de los tres saberes, el saber hacer tiene como objetivo perfeccionar las habilidades, destrezas y aptitudes profesionales. Esto se logra a través de la guía en buenas prácticas y los mejores métodos de trabajo que reflejen una calidad en el hacer de cada persona. El saber ser, por su parte, se refiere a las capacidades emocionales de las personas en el desempeño de sus funciones productivas, que deben aprender durante su formación.

Importancia del saber ser en el desarrollo personal y profesional

En la vida hay una constante necesidad de aprender cosas nuevas, tanto para el crecimiento personal como para el profesional. El aprendizaje continuo es el medio más efectivo para alcanzar nuestras metas y objetivos. A través de él, podemos desarrollar nuevas habilidades, tomar buenas decisiones, vencer miedos y ser mejor en general.

Las experiencias personales tienen un papel fundamental en el aprendizaje. Esto se ilustra claramente en el caso de María, quien quería aprender italiano en la universidad pero terminó odiando el idioma debido a la actitud de su profesor. La experiencia es la mejor forma de cultivar una nueva habilidad, ya que permite al individuo aprender a su propio ritmo y basado en sus necesidades.

Existen numerosos recursos virtuales que pueden ayudar en el aprendizaje. Los podcasts son una excelente opción, pues pueden ser escuchados en cualquier momento y lugar, facilitando el acceso al conocimiento. Los libros electrónicos también son una buena alternativa como fuente de información valiosa.

El aprendizaje continuo es fundamental para el desarrollo personal y profesional. Las experiencias personales, tanto positivas como negativas, son una fuente de aprendizaje invaluable. Además, los recursos virtuales son una herramienta valiosa para complementar el aprendizaje y adquirir nuevos conocimientos de forma fácil y accesible.

Desarrollo de habilidades del saber ser en el ámbito laboral

El saber saber hacer y saber ser son competencias fundamentales para tener éxito en el ámbito laboral. El saber se refiere a los conocimientos teóricos y prácticos, el saber hacer a las habilidades y destrezas laborales y el saber ser a las capacidades emocionales y valores éticos y morales. Es importante desarrollar habilidades en estas tres áreas para un desempeño profesional y personal adecuado.

El enfoque de competencias busca desarrollar habilidades en el estudiante y en los perfiles profesionales a través de la combinación dinámica de recursos personales y sistemas de comprensión y acción. Este enfoque permite a los trabajadores estar mejor preparados para enfrentar los desafíos y cambios del mundo laboral actual.

La educación por competencias es un enfoque integral que vincula el sector educativo y productivo para elevar el potencial de las personas y adaptarse a las transformaciones del mundo actual. El objetivo es formar trabajadores más competentes y mejor preparados para enfrentar los retos del mercado laboral.

Existen diferentes tipos de saberes que pueden ser útiles en el ámbito laboral, como el saber administrativo, el saber de jardinería, el saber escalar una montaña, entre otros. Es importante conocer nuestras capacidades en cada área para poder desarrollarlas aún más.

Cómo desarrollar el saber ser en el ámbito educativo

En el ámbito educativo, es vital entender que el objetivo principal no es transmitir conocimientos, sino desarrollar habilidades y competencias que los estudiantes puedan aplicar en diferentes situaciones. Esta es la razón por la que el concepto de “saber ser” es fundamental en la educación.

La idea del “saber ser” se refiere al desarrollo de la identidad personal y de los valores, virtudes, defectos, habilidades y capacidades de cada estudiante. Este aspecto debe ser considerado por el docente en todo momento, ya que no solo se trata de transmitir información, sino de formar personas capaces de ser éticas y reflexivas en su actuar cotidiano.

Para lograr esto, es importante que desde temprana edad se fomente la educación en valores y habilidades sociales y emocionales, como la empatía, la comunicación efectiva y la resolución pacífica de conflictos. Además, es necesario que el docente medie el aprendizaje para que los estudiantes adquieran las habilidades necesarias para aplicar estos valores en situaciones reales de la vida.

Es necesario tener en cuenta que el “saber ser” está intrínsecamente relacionado con el “saber hacer” y el “saber saber”. El primero se refiere a la capacidad de aplicar conocimientos y habilidades en situaciones reales, mientras que el segundo se enfoca en los conocimientos teóricos y especializados necesarios en cada campo de estudio. Todos estos aspectos, junto con el “saber ser”, son necesarios para formar personas íntegras capaces de enfrentar los retos y desafíos que la vida les presente.

Por lo tanto, el rol del docente es fundamental en el desarrollo de las competencias necesarias para formar “saberes” que permitan a los estudiantes ser personas íntegras. El docente debe ser un guía y un mediador en el proceso formativo, implementando actividades pedagógicas, didácticas y evaluativas que respondan a las necesidades y a los contextos de los estudiantes. Esto implica un gran compromiso por parte del docente, ya que no se trata solo de transmitir conocimientos, sino de formar seres humanos capaces de enfrentar los retos de la vida en sociedad.