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La historia de la danza contemporánea en México: entre tradición y vanguardia

Desde los albores de la humanidad, la danza ha sido un componente fundamental de la cultura y un vehículo de expresión que trasciende las palabras. Se pueden hallar imágenes de siluetas en movimiento en diversas pinturas rupestres y documentos antiguos, desvelando la universalidad y vigencia de esta manifestación del espíritu humano.

El surgimiento de la danza contemporánea

Con la llegada del siglo XX, la danza contemporánea surgiría como una necesidad de expresarse de manera más libre, desprendiéndose de las rigideces del ballet clásico y centrando su atención en los movimientos naturales del cuerpo. Esta transformación no se daría de la noche a la mañana, pero sí iría ganando terreno en paralelo al desarrollo de la danza moderna.

Los inicios de la danza contemporánea en México

En tierras mexicanas, la danza moderna y posteriormente la danza contemporánea comenzaron a desarrollarse desde los años sesenta. Fue en la siguiente década cuando se lograría una mayor difusión de la disciplina y se abrirían más espacios para este arte en general.

La creación de escuelas y academias

Con la intención de profesionalizar la danza contemporánea mexicana, se fueron fundando diversas instituciones alrededor del país. La Escuela Nacional de Danza, creada en 1937 y ahora llamada Escuela Nacional de Danza Nellie y Gloria Campobello, sería la predecesora de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea, fundada en 1977.

Gracias a estas escuelas y a los espacios que se crearon, se gestaría una revolución artística en el mundo de la danza en México. La danza, así, no solo se convertiría en un referente histórico a partir del periodo posrevolucionario, sino que también comenzaría a forjar su propio camino en la vanguardia mundial.

Las hermanas Campobello y su legado

Nellie y Gloria Campobello fueron fundamentales para el impulso de la danza en México en los años 30. Estas visionarias pioneras observaban con atención los movimientos de las comunidades rurales, campesinas e indígenas, y los transfiguraban en escenas que establecían conexión con los espectadores. No solo se trataba de mostrar, sino de sentir y transmitir.

La Academia de la Danza Mexicana

Después de la labor de las hermanas Campobello, la Academia de la Danza Mexicana sería impulsada por Ana Mérida y Guillermina Bravo a finales de los años 40. Buscaba vincular la tradición con las nuevas corrientes artísticas y dancísticas, así como el conocimiento científico con el arte y las expresiones de las culturas locales.

La Academia se convertiría en un espacio de creación y producción artística en la llamada “Época de Oro” de la Danza Moderna Mexicana. Sería fundamental para consolidar el perfil mexicano de la danza moderna.

La interacción con otras figuras del arte y la cultura

El vínculo con nombres destacados del arte y la cultura, como:

  • Miguel Covarrubias.
  • Carlos Chávez.
  • José Chávez Morado.
  • Carlos Mérida.
  • Juan Soriano.
  • Carlos Jiménez Mabarak.
  • Walter Reuter.
  • Seki Sano.
  • Silvestre Revueltas.
  • José Pablo Moncayo.
  • Blas Galindo.

Fueron cruciales para la consolidación y el enriquecimiento de la danza en aquellos años.

Instituciones surgidas en esa época

El Ballet Nacional, dirigido por Guillermina Bravo, fue una de las instituciones que surgieron en ese tiempo. Otros proyectos, como el Ballet Independiente y Expansión 7, se desarrollarían en los años 60, ampliando aún más el horizonte dancístico mexicano.

La danza contemporánea en la actualidad

Actualmente, existen eventos dancísticos que se presentan continuamente en toda la República. La danza contemporánea en México sigue creciendo y floreciendo a través de propuestas como Danza Contemporánea Universitaria y Danza Libre Universitaria.

En la década de 1980, se produjeron cambios estructurales que estimularon la danza contemporánea independiente en México. Un ejemplo de ello es el Premio INBAL/UAM/FONAPAS, que se ha convertido en un reconocido parteaguas en el panorama contemporáneo de la danza en nuestro país.

Hoy en día, la danza contemporánea en México se manifiesta con fuerza y originalidad tanto en recintos universitarios como en grupos independientes. Siempre buscando la conexión entre lo tradicional y lo vanguardista, estos artistas siguen demostrando al mundo que la danza en México está viva y pulsante.